Un estupendo hotel adaptado para visitar la desembocadura del rio Miño.
Estancia: 28-07-2018 Hola viajeros.
Soy Pedro, viajero en silla de ruedas desde hace 29 años.
En esta ocasión mi destino es la localidad de A Guardia (Pontevedra), después de valorar varios alojamientos me decidí por el Hotel Vila da Guarda, sobre todo por los buenos comentarios y puntuaciones en webs de reservas online.
El hotel está muy bien situado en el centro de la localidad, puedes ir dando un paseo de 10 minutos hasta el puerto.
Pero vamos a lo realmente importante. El acceso principal tiene escaleras, pero no es problema, ya que se puede acceder perfectamente por una entrada accesible en la parte trasera del hotel. Otra opción es hacerlo a través del garaje, que, aunque es pequeño tiene una plaza reservada para personas con movilidad reducida. Desde el garaje hasta la recepción se accede a través de un amplio ascensor sin ningún tipo de obstáculo de por medio.
Para llegar hasta la habitación también debemos de usar el ascensor. La puerta de acceso a la misma es de 90 cm y una vez dentro nos encontramos una amplia habitación con una confortable cama de matrimonio de 2 metros y dos camas litera. También disponemos de un armario empotrado con puertas correderas, donde tanto el perchero como las estanterías están a una altura idónea, donde podremos colocar nuestra ropa y objetos con total comodidad.
El acceso al amplio baño lo realizamos a través de una gran puerta corredera. Una vez dentro tenemos un lavabo suspendido, lo cual facilita el acceso al mismo. El inodoro dispone de dos barras plegables, una a cada lado, pudiendo usarlas juntas o por separado. Ya por ultimo tenemos la ducha, a la cual accedemos fácilmente con la silla ya que dispone de una gran mampara de cristal abatible, una barra de sujeción en forma de "L", y... el único defecto es la falta de asiento de ducha, pero según el propietario en breve estaría colocado.
Ya fuera de la habitación las zonas comunes (comedor, bar, recepción, etc.) son totalmente accesibles, incluso los aseos para los clientes disponen de lavabo suspendido y barras para el inodoro.
Destacar también el buen desayuno buffet con una gran variedad de productos, sobre todo las tartas y mermeladas caseras exquisitas.
En hotel está muy nuevo y con una decoración moderna a la par que muy agradable y acogedora. Resaltar igualmente la limpieza, tanto en las habitaciones como en las cosas comunes.
Para finalizar quisiera agradecer la amabilidad y disponibilidad de los dueños, quienes desde el primer momento nos trataron genial e hicieron que nuestra estancia fuera perfecta. Resumiendo, hemos quedado encantados con este hotel y sin lugar a dudas volveremos.