Alqueva accesible: cielo, tierra y agua.

Un recorrido por la Comarca de Olivenza, visita imprescindible a su parque temático natural Lago de Alqueva. Un lugar accesible para personas con movilidad reducida. Alqueva, naturaleza accesible.

Todo un mar de interior donde el Guadiana lo ha hecho posible, un destino para unos días de vacaciones.  El mayor lago de interior te ofrece una desconexión total a través de sus amplias posibilidades, relajarse en sus dos zonas de playa (Villareal o Cheles), navegar en barco por sus 83 km de longitud, la observación de las distintas especies de aves al atardecer desde un kayak y por su puesto conocer su gastronomía y tradiciones.

Lo que comenzó como un embalse por Portugal para el aprovechamiento hidroeléctrico y más tarde para el regadío, consiguió lo inesperado, una diversidad turística inmensa para la zona de Alentejo (Portugal) y Olivenza (Extremadura). Para hacernos una idea, el lago de Alqueva tiene 1.160 km de costa, 250 km² de superficie y 83 km de longitud.

Deciros que todas estas actividades son accesibles para personas con movilidad reducida. Así que, vamos a contaros nuestra experiencia en Alqueva.

Tres lugares idóneos que visitar: Villarreal, Cheles y Monsaraz y tres actividades que hacer: un paseo un barco, un recorrido en kayak y empaparte de estrellas y de la vía láctea.

Salimos desde Olivenza en dirección a Villarreal, un pequeño pueblo de unos cien vecinos, y desde allí tomamos una estrecha carretera que nos conduciría al Puerto Deportivo de Villarreal, así que, prestar atención al tráfico.

Una vez que lleguéis os toparéis con los aparcamientos a la izquierda, las oficinas para la venta de tickets para los kayaks a la derecha y enfrente el restaurante y el embarcadero.

Por la accesibilidad, no tengáis problemas, está totalmente adaptado; para llegar al embarcadero lo haréis mediante rampas.

Y como llegamos a la hora de comer, entramos al restaurante para degustar su gastronomía. Un sitio perfecto, vistas al lago y al embarcadero, y una amplia zona de comidas. La comida estupenda, variada y cuantiosa.
Después de un buen café y un tiempo de charlas, nos dirigimos a hacer nuestro paseo en barco en compañía de Tano, el responsable del mismo. Os aseguro que es fascinante, observaréis aves, toros, caballos, castillos medievales y un sinfín de singularidades; todo ello acompañado por las historias de Tano, ¡sabíais que antes de ser lago era un paso de contrabando!

Pues sí, los portugueses aprovechaban ese paso del Guadiana para venderles café, oro, mantelería y demás a los extremeños, con el peligro de ser detenidos o ahogarse en el río; pero así era la vida por aquellos años para ganarse el sustento para uno y satisfacer las necesidades para otros.

En fin, una tarde estupenda, pero aún no finalizaría; pues nos quedaba por hacer un recorrido en kayak. Eso vendrá ahora.

Los kayaks están muy próximos a la zona del barco, accederéis a ellos por una rampa y sin problema alguno. Una vez llegamos, los responsables de ellos nos explicaron cómo manejar los remos, después de hacer algunas piruetas con ellos, nos pusieron los chalecos y no subieron a los kayaks. Lógicamente, con ayuda, ya que no hay otra forma de acceder. Pero todo fue correcto y sin ningún tipo de problemas.

Así comenzó nuestro viaje guiado por el lago de Alqueva en kayak, recorriendo las orillas tanto de España como de Portugal, para observar las distintas especies de aves que allí habitan.

La tarde iba tomando su fin, pero antes de despedirnos nos dejó una asombrosa puesta de sol y un grato día.

El día siguiente está previsto conocer la accesibilidad de la Playa la Dehesa de Cheles, así que hacia allí nos dirigimos.

Lo primero que sorprende es que es bandera azul, así que esto lo dice todo. Los accesos están adaptados, tanto los exteriores como a la zona de la playa; disponen de silla neumática para meterte en el agua y de baños adaptados.

Un sitio ideal para pasar una buena tarde en una playa de interior, donde compartir la arena o césped con un sol que abrasa, aunque tendréis varias zonas de sombra.

Ya gastada media tarde nos toca seguir ruta, y encaminarnos hacia el castillo de Miraflores en Alconchel, de origen árabe, pero nos quedamos a las puertas, no está accesible. Su acceso irregular empedrado lo hace imposible. Así que nuestro guía Joaquín, no ilustro con su historia y con las leyendas del castillo y de la zona. 
Aquí os dejo dos: La Zaragutia Mora y la Tía Cabalganta.

Leyenda de La Zaragutia Mora
Cuentan que en el castillo de Miraflores habitaba el fantasma de una esclava cristiana que guardaba un tesoro moro para no ser profanado, y aquel que se atreviese, sería castigado con todo tipo de males. Hecho, que aprovecharon en Alconchel los padres para atemorizar a sus hijos cuando se portaban mal.

Leyenda de la Tía Cabalganta
Cuentan que era una mujer del pueblo de Táliga, que había conocido a un joven, el cual le había hecho muchas promesas, pero al final no las cumplió y la dejó abandonada. A partir de entonces, cayó en desgracia y fue repudiada por los vecinos, así que, dejo el pueblo y se fue a vivir a las afueras, a un molino. Allí, daba posada a los forasteros que iban de paso, pero el que pernoctaba no veía el amanecer del día; Pues por venganza a lo que le había sucedido, los degollaba y los enterraba.

Después de este tiempo de relatos, leyendas e historias, continuamos nuestra visita hacia Portugal para visitar Monsaraz.

Sin duda, espectacular. Monsaraz, cautivará tus sentidos; placer para la vista y tranquilidad para el alma.

Imaginaros un pueblo pequeñito, en lo alto de una colina, rodeado de sus murallas, con sus casas blanqueadas de cal y no muy altas, de una o dos plantas y una calle principal, que conduce al castillo. Viviendas y calles llenas de historias del medievo, y hoy muchas de ellas dedicadas al turismo, pero manteniendo su arquitectura de aquellos siglos.

Para acceder, tomaréis una empinada cuesta que os conducirá a los aparcamientos, y luego debemos hacer en silla. Y ahora, llega la decepción, su empedrado de pizarras de canto lo hacen imposible de visitar de punta a punta con una silla manual. La única posibilidad es el uso de una handbike.

Es lo que tiene la protección de estos parajes, ahora, no me imagino, cómo será la vida aquí de personas con movilidad reducida.

Tuvimos la gran suerte, de que nuestro viaje estaba programado y nos esperaba una guía de la zona, por lo que nos dejaron entrar con los coches hasta la plaza de iglesia, a mitad de camino del castillo. Según nos dijo la guía, a partir de 6 de la tarde se permitía la entrada de coches tanto para vecinos como para los demás.

Así que necesitamos que nuestros acompañantes hicieran su último esfuerzo del día, que sin duda os puedo asegurar mereció la pena, solo echo en falta alguna solución de accesibilidad para poder disfrutar de ese hermoso lugar.

Acabamos nuestra visita a Monsaraz. Solo nos faltaba por conocer, la playa fluvial y el observatorio.

A escaso metros, encontraréis la playa fluvial, una vez aparcado el coche, accedemos al recinto. Cuenta con un restaurante, una zona de ocio para los espectáculos y por su puesto la zona de playa. Dispondréis de baños adaptados y accesos adaptados al agua; el único problema que encontré, son sus calles de arena hasta llegar al restaurante y la zona de baño.

Y si os gusta la astronomía y la astrofotografía, lo tenéis bien, podréis completar vuestro día de excursión a contemplar todo lo que asoma en el inmenso cielo, en el observatorio del Lago de Alqueva (Dark Sky Alqueva). Totalmente accesible.