Museo del Chocolate de Castrocontrigo

De nuevo aquí el fin de semana, hoy nos encaminaremos para finalizar la visita a los pueblos de la comarca de la Valdería:Nogarejas y  Castrocontrigo al suroeste de la provincia de León, os invito a viajar al Centro de Interpretación de la Resina de Nogarejas y al Museo del Chocolate de Castrocontrigo.

Comenzamos la visita ya organizada por la mañana en el Museo del Chocolate y por la tarde, después de un buen café en Nogarejas, visitaremos el museo de la Resina.

Al parecer, era una zona de Castros y rodeados de plantaciones de trigo, de ahí toma el nombre de Castro con trigo, es decir, Castrocontrigo.

Castrocontrigo es el núcleo más importante de los pueblos que lo forman, siendo actualmente ayuntamiento. Su tradición chocolatera viene de más de cien años de la mano de los hermanos Fernández, siguiendo la tradición de su abuelo de fabricar chocolate “a brazo”.

Para los que no somos conocedores del fabricar chocolate a brazo, nos parecía chocante, pero al darnos su explicación, lógicamente era normal, por lo que os dejo esta curiosidad para cuando vayáis.

Y como toda vida, el chocolate tiene su historia amorosa y dulce; nos cuentan que D. David González, siendo mozo se había enamorado de una joven del pueblo Dña. Ángela Rabanal, ambos nacidos en San Justo de la Vega (León) y que a todo trance deseaban casarse, pero la edad de estos no lo permitía, por lo que ambos decidieron tomar rumbo a las Américas, ya que por aquel entonces, eran tierras fértiles y ricas.
Con el tiempo hacen fortuna y deciden volver a su origen natal con la sabiduría de aquellas tierras que los acogió. Y con aquel saco de cacao se instalan en Castrocontrigo, lugar elegido por su abundancia de molinos y agua. Así surgiría la primera fábrica de chocolates en Castrocontrigo “Chocolates Santocildes”.

Las materias primas de primera calidad procedentes de Ghana, Costa de Marfil y Ecuador, y  su proceso de elaboración tradicional con tueste  en bombo de leña y posteriormente moler en un molino de piedras de granito hacen de sus productos las delicias del paladar, y que podéis comprar directamente en el pueblo, en la Cafetería Santocildes.

El Museo se encuentra en la planta baja y su acceso se hace mediante una rampa, que para los que no somos deportistas necesitaremos de ayuda, pero se sube bien. Su interior no tiene ningún tipo de barrera arquitectónica y no dispone de baños adaptados.

Está formado por dos salas: una dedicada a los molinos de la zona, abundantes por entonces debido a la cantidad del agua, con sus paneles explicativos acerca de los tipos y condiciones para poder moler.
Y la otra dedicada al chocolate, dónde encontraréis la evolución de la maquinaria en función de la modernización de los años y los paneles explicativos de la actividad.

Si bien, antes de comenzar la visita a la sala del chocolate, os recomiendo que veáis el vídeo de su historia, de esta forma le daréis más sentido a todo el proceso y a su maquinaria.

Aparte de la diversa maquinaria tradicional, encontraréis explicaciones de:

Historia del chocolate.
Biología y características del cacao.
Proceso de tratamiento del cacao.
Geografía del cacao.
Proceso y herramientas de elaboración del chocolate.
Tostador, tueste.
Mondadora y mortero, mondado.
Atemperadora, atemperado.
Mezcla, Refinado.
Galé, molido, mezclado y refinado

Con todo ello llegamos a las dos de la tarde, es la hora de irnos a tomar algo a los bares del pueblo y por supuesto, no dejamos de comprar unas tabletas de chocolate artesanal de Santocildes.
Después de comer nos espera la vista del Centro de Interpretación de la Resina en Nogarejas a escasos cinco minutos, en el siguiente artículo os contaré cómo nos fue. No vemos…!